Aborto por violación
Esta semana en cinco ciudades de Ecuador, colectivos de mujeres marcharon para exigir a la Asamblea Nacional “una ley ética y digna” que permita el aborto por violación, que en nuestro país sí es legal en este caso, pero es necesario una ley que fije pautas y plazos.
Al hablar de este tema siempre van a surgir diferentes puntos de vista, según creencias religiosas o costumbres, que defenderán o condenarán el aborto, pero este tema va más allá de eso. Si se lo relaciona, por ejemplo, con clases sociales, está claro que una mujer adinerada, sin importar que el aborto sea legal o no, igual tendrá acceso a él. Además, las clínicas clandestinas han hecho un ‘negocio redondo’ con la desgracia ajena. Pero la mujer violada de escasos recursos, no tiene esa facilidad económica para elegir, entonces se irá por opciones caseras y más baratas para darle fin al embarazo y que podrían acabar también con su vida. Entonces ya no se trata de creencias, sino de dinero.
Siempre se espera que una ley beneficie a los más desamparados. La aprobación de la misma les daría a quienes fueron violadas, la oportunidad de elegir el procedimiento para interrumpir el embarazo, sin atentar contra sus vidas, y haciéndolo con dignidad, sin sentir vergüenza. No olvidemos que ellas ya han pasado por un evento traumático que las dejó embarazadas. A veces es cuestión de ponerse en los zapatos del otro para entender ciertas decisiones.