Ecuador lleva algunos años pasando por una profunda crisis económica adquirida por nuevos préstamos y deudas de gran valor que se suman a las de los gobiernos anteriores y parecen nunca terminar. Desde la caída del precio del petróleo en época de Correa y ahora el tema de la pandemia de la COVID-19 se pronuncia mucho la palabra austeridad y ahorro por parte del Gobierno central.

Los diferentes ministerios y organismos públicos deben administrar inteligentemente los recursos económicos asignados para el presupuesto anual. Se ha generado una polémica acusación por parte del asambleísta Fernando Villavicencio, quien denuncia que la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori, planea adquirir 4 vehículos de alta gama para usos generales de la Asamblea. La presidenta en mención aclara que esta situación solo fue conversada, pero no se ha realizado ninguna gestión para la adquisición de estos “superautos”, afirmando que el actual parque automotor del organismo parlamentario está en pésimas condiciones.

Llori amenazó con presentar una queja por odio, discriminación y violencia contra la mujer amazónica en contra de Villavicencio. El pueblo aplaude la defensa y el manejo correcto de los fondos públicos, si existe la necesidad de comprar algún bien para cualquier área, departamento o ministerio esperamos que no se decidan por el más “fino”, sino por el más económico y eficiente.