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Opinión

¡El caso JR y la ‘justicia’!

Que la justicia ecuatoriana está corroída es vox populi. Lo dicen todos en las calles, lo comentan en los pasillos de las propias instituciones judiciales, lo critican y recalcan las propias autoridades de distintos estamentos oficiales y se refleja, sencillamente, en lo que pasa cada día. Nadie cree ya. Seamos un poco más indulgentes, muy pocos, poquísimos, creen en la justicia.

El caso del ahora fallecido delincuente Junior Alexander Roldán Paredes, alias JR, es un claro ejemplo de ello. Con 17 procesos judiciales en su contra y 10 condenas en firme, tres de ellas por asesinato y dos por delincuencia organizada, además de mostrarse a sus anchas y sin pudor alguno como uno de los líderes del grupo delictivo Los Choneros, uno de los más crueles y sanguinarios del país, parecía tener un trato especial por parte de quienes imparten justicia.

Aunque en Ecuador la pena máxima acumulada para una persona sentenciada puede llegar hasta los 40 años, si esa sumatoria fuera más completa, por todos sus casos JR hubiese tenido 83 años de prisión. Pero ni eso. En 2019 le ‘licuaron’ sus penas y las dejaron en 35 años, pero no llevaba ni 13 años dentro cuando un juez le otorgó la prelibertad. Así de fácil. Y salió. A bailar y beber por su libertad, burlándose de la justicia. El resto ya es historia.