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Opinión

Cortemos la corrupción

Muchos creerán que las malas noticias son las que más se consumen o más venden y lastimosamente son las que se generan mayormente dentro de nuestra sociedad por encima de las buenas. Es común escuchar sobre actos de corrupción de funcionarios, y ahora le tocó el turno a la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). En algunas ocasiones se generaliza y erróneamente se saca la conclusión de que todo el sistema está corrompido y amañado. Existen buenos elementos que buscan cambiar esta percepción, pero al parecer es una lucha similar a la de David y Goliat.

El director de la CTE, Carlos Balarezo, presentó esta semana en la Fiscalía de Guayaquil denuncias por delincuencia organizada por parte de ciertos elementos de la misma institución. Algunas cooperativas de buses entregaron videos en los que se podía constatar el momento en que los vigilantes entraban a los buses para recibir coimas de los choferes y así poder pasar la revisión visual de equipos y documentos.

Para que exista un corrupto es necesario un corrompido. Es nuestro deber como ciudadanos denunciar cualquier acto de corrupción, venga de donde venga. Debemos cortar esta cadena viciosa por más insignificante que esta pareciese. Hoy puede ser una simple revisión visual de llantas por parte de un vigilante a un bus, obviada a cambio de dinero, mañana, esa negligencia podría terminar con la vida de mucha gente inocente en un accidente.