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Opinión
Editorial: ¡Un freno a tanta anarquía!
Rodaron por Guayaquil y Durán demostrando poder. Se burlaron de la justicia, del orden, de las normas de convivencia ciudadana, circularon en contravía donde les dio la gana, incluido un túnel... se burlaron de todo, como si ellos fuesen la ley. Eso fue lo que vivieron ambas ciudades la noche del 31 de octubre con el recorrido de terror que se realizó con una caravana rodante.
En realidad, aquello no fue sino una demostración de poder y de irrespeto a las normas por parte de un multitudinario grupo, compuesto mayormente por motociclistas, aunque también por conductores de autos, e incluso con la presencia de menores de edad, muchos de ellos disfrazados. Pero sin duda fue, más que nada, la comprobación de una total ausencia de la autoridad y de la acción tardía de las fuerzas del orden.
Los actos delictivos que se registraron por esa caravana del terror, el escándalo, la congestión, vehicular en el centro a medida que la horda motorizada seguía su trayecto asustaron a todos. La Policía, “la mejor Policía del mundo” como asegura tenemos el ministro el Interior, Juan Zapata, hizo lo que pudo porque faltan equipos, faltan vehículos, falta armamento, pero sobre todo falta decisión para enfrentar los problemas.
Lo ocurrido la noche de Halloween y los tropeles motorizados que se repiten todas las semanas ameritan acciones urgentes que acaben con la anarquía reinante en las calles.