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Opinión

Editorial: Fútbol, bálsamo para el alma

Volvió el fútbol profesional en este Ecuador golpeado por la corrupción, las muertes violentas, los problemas económicos y otras tantas sogas que ahorcan a nuestra sociedad.

El balón, el grito de gol, las emociones, todo lo que gire alrededor de este deporte funciona como bálsamo para el alma de cientos de miles aficionados, porque nos une, nos hermana, nos oxigena. Es una distracción que acarrea emociones positivas, al menos por 90 minutos que dura un partido.

Esta ‘fiebre’ debe ser aprovechada por entidades que analizan los efectos socioemocionales en los ecuatorianos. El fútbol, según expertos en temas de salud, alivia tensiones, pero su práctica recreacional -en niños y adolescentes- promueve valores educativos y de integración social, así como hábitos de vida saludable.