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Opinión

Editorial: No más irrespeto para los policías

No se puede permitir, bajo ningún argumento, que se quebrante la autoridad policial ni que se ataque con pistolas o armas blancas a los uniformados que acuden a los llamados de auxilio, porque hacerlo es dar más espacio a la criminalidad y la inseguridad.

El respeto a los policías debe mantenerse incólume, porque hay mucho que perder en el actual estado de inseguridad, criminalidad y corrupción que socava la institucionalidad democrática de la sociedad ecuatoriana y abona al clima de caos y de zozobra.

Las actitudes malévolas de quienes pretenden provocar el desgobierno para beneficio propio o de intereses particulares de sus compadres, deben ser castigadas con todo el rigor de la justicia, para lo cual no se necesitan denuncias porque la Fiscalía puede actuar de oficio.

Desde hace años se habla de la falta de preparación de los uniformados, pero nada se ha hecho para elevar su nivel de entrenamiento. No pueden brindar protección quienes no han recibido los conocimientos ni las herramientas para su profesionalización. La tarea para llegar a este cometido es de todos: del gobierno central y de los gobiernos locales, de la Fiscalía, de la Corte de Justicia y de la Asamblea Nacional. ¡Cumplan con sus deberes y obligaciones!