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Opinión

Editorial: ¡La mamá de las corrupciones!

En plena Semana Santa y a las puertas de un feriado que combina la espiritualidad con el descanso familiar, el país conoció ayer, de la boca de una mujer que hasta hace pocos meses nomás era desconocida para la mayoría de los ecuatorianos: Mayra Carolina Salazar Merchán.

Fue un testimonio que dio asco escuchar, por la forma en que, con desparpajo y con lujo de detalles, se describía cómo operaba una supuesta red de corruptela que entrelazaba a políticos, funcionarios judiciales, asesinos y delincuentes comunes, narcotraficantes y hasta gente de farándula en ese entramado sucio y de podredumbre moral. Ella, hoy testigo protegido de la justicia, se llevó ayer la atención de todo un país expectante por saber lo que tenía que decir. Y dijo mucho.

Salazar no era jueza ni ostentaba un alto cargo en el área judicial, era apenas la jefa de prensa de la Corte de Justicia del Guayas, pero desde su entorno entretejía una asquerosa red de corrupción. Ahora, tras las rejas, esta joven mujer que hoy paga caro su ambición, soltó la lengua. Ojalá que esto no se convierta en un circo, porque en un testimonio en el que incluso se mencionó al hijo del famoso narco mexicano Chapo Guzmán, lo que al final causó escozor en un país donde el chisme y la vida ajena empalaga, es que se haya mencionado a una famosilla rubia actriz al final. ¡El caso está ‘pepa’, eso sí!