Editorial: ¡Nos matan incluso a plena luz del día!
La violencia que azota al país es innegable, por lo que no resulta nuevo escuchar de casos que rayan en la brutalidad. Pero justamente eso es lo que la hace más preocupante: que cada día se normalicen los ataques delincuenciales.
Ninguna ciudad ha sido inmune y mucho menos la capital ecuatoriana. Son alarmantes las cifras que muestran cómo la muerte se cierne sobre los quiteños. Los decesos violentos, según cifras del Sistema ECU-911, se dan prácticamente cada dos días.
Y no solo eso. Lo angustiante es que, como precisan esos datos, los asesinos buscan a sus víctimas a plena luz. Sus horas ‘favoritas’ son desde las 11:00 hasta las 16:00. Nada les atemoriza.