Guillermo Lasso se posesionó ayer, lunes 24 de mayo, como el nuevo presidente de la República. Lenín Moreno, aparte de entregarle la banda presidencial, también le entregó un país sumido en una terrible crisis económica, debido a los estragos del coronavirus y corrupción que han venido atacándonos hace algún tiempo ya.

Pero los problemas que recibe el nuevo presidente no solamente son de índole económico. Ecuador se va vuelto un país sumamente peligroso donde priman los ajustes de cuenta y los sicariatos, que han acabado con la poca paz que se tenía. El sector de la educación también está pasando por una gran crisis debido a las clases virtuales obligatorias por la pandemia, razón por la que se ha vuelto inaccesible para familias de escasos recursos. Y de estos problemas hay muchos más...

Sobre la marcha el nuevo presidente deberá priorizar los sectores más atacados por esta crisis general. Pero Lasso ya aclaró desde antes de posesionarse que el país no cuenta con el suficiente presupuesto para resolver todos los problemas de forma inmediata. La población ecuatoriana tendrá que armarse de paciencia y recordar que quien acaba de asumir la responsabilidad de dirigir a toda la nación es un simple ser humano y no un mago. ¡Ojalá que el empeño de los nuevos gobernantes se vea pronto en resultados positivos!