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Opinión

Editorial: ¿Qué planifican alcaldías y prefecturas?

¿Hacia dónde crecerán? ¿Por qué se destacarán? ¿Cuál será su ventaja competitiva estratégica para atraer inversión y turismo nacionales y extranjeros? ¿Cómo enfrentarán los desafíos del crecimiento poblacional? ¿Con qué equipamiento e infraestructura contarán para aprovechar al máximo el desarrollo tecnológico, comunicacional y de conectividad?

La ciudadanía no conoce qué están planificando los alcaldes para hacer de las urbes sistemas eficientes, capaces de evolucionar de acuerdo con las demandas de un futuro cada vez más impredecible. En Ecuador, en la mayoría de los casos la acción de los municipios se limita a solucionar problemas con obras parche, sin que se den a conocer, si es que existen, los planes de desarrollo urbanístico integrales que piensan implementar y que deberían convertirse en políticas para garantizar su continuidad.

Los GAD municipales no son los únicos que evidencian esta falencia. Las prefecturas, además de no presentar planificación, parece que ni siquiera tienen claras sus competencias, las cuales se cruzan con los ámbitos de ejecución de los gobiernos regionales y central, lo cual entorpece su desempeño e incluso puede cubrir de sombra una gestión negligente.