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Opinión

Editorial: Presupuesto electoral

La paralización de actividades que provocó la falta de ingresos tanto en el sector público como en la empresa privada ha determinado que el Estado se imponga todo tipo de ahorro con el cual pueda de alguna manera ir superando la crisis económica fiscal, lo que incluso ha traído consigo el que ciertos organismos públicos de gran importancia sean suprimidos de la actividad oficial. 

Entre estas medidas que tienden a evitar el egreso de fondos de la caja fiscal está el que se haya dispuesto una importante merma en el presupuesto con el que el Consejo Nacional Electoral (CNE)tiene que solventar todo el proceso para las elecciones del 7 de febrero del próximo año en que mediante la voluntad popular se elegirán a los nuevos integrantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Esta merma ha sido significativa, ya que de los más de 114 millones de dólares fijados inicialmente para cumplir con todo este proceso de alcance nacional se ha reducido tal suma a 84 millones, cantidad que permanecerá inamovible de acuerdo a las últimas declaraciones del Ministro de Finanzas, Mauricio Pozo.

Por supuesto que han surgido reclamos y exigencias del CNE, considerando que la actividad electoral es tan importante que requiere de muchos egresos, tomando en cuenta, sobre todo, que son cientos de juntas en el país que tienen que ser solventadas con dicho presupuesto a más de los gastos de movilización y de impresión de las papeletas.