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Opinión
Editorial: ¿Quién rescata a Guayaquil?
No es justo que en sus aceras y postes los ciudadanos se topen con porquerías...
Todas las plagas le han caído a Guayaquil: inseguridad, problemas de movilidad, insalubridad, desorden comercial, entre otros males, se han tomado el casco central, dándole un aspecto caótico. El envejecimiento y abandono del centro histórico del Puerto Principal (incluido el tradicional barrio Las Peñas), sumado al desbordamiento de personas en situación de calle, la proliferación de la prostitución, delincuencia y microtráfico, le han restado el valor emblemático a este sector que por décadas fue símbolo de identidad guayaquileña.
No es justo que en sus aceras y postes los ciudadanos se topen con porquerías, sean víctimas de asaltos o terminen con fracturas por sortear huecos en calles y veredas destruidas.
Este es un llamado urgente a las autoridades de la ciudad, pero también a los ciudadanos, para recuperar el centro histórico. Se requieren políticas claras de regeneración urbana, seguridad, turismo cultural y control social. Este esfuerzo debe estar acompañado de la participación comunitaria y de programas educativos que fortalezcan el sentido de pertenencia y la valoración del patrimonio local.
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