Editorial : La Simón Bolívar no puede esperar más
Cuatro meses han transcurrido desde el último percance de tránsito en la avenida Simón Bolívar de Quito, que dejó tres víctimas mortales y una veintena de heridos, y nada se conoce sobre el proceso de concesión de esta peligrosa vía que, solo en 2023, registró más de 20 fallecidos y aproximadamente 180 lesionados. ¡Gravísimo!
Esta carretera, que rodea a la capital de sur a norte por la zona oriental y que fue construida para conectar a barrios rurales, hace mucho tiempo dejó de ser segura y se convirtió en escenario de maniobras imprudentes de los conductores que derivan en accidentes fatales.
El propio alcalde quiteño reconoció que se necesita inversión privada no solo para reparar el asfalto de esta vía, sino para convertirla en una carretera segura, con una correcta señalética e iluminación, para bajar los índices de siniestralidad. Pero, ¿será esto suficiente?
Una vía de vital importancia para los habitantes de la capital requiere de acciones urgentes y del involucramiento de la Agencia Metropolitana de Tránsito para contar con más agentes a lo largo de los 12 kilómetros de esta vía y que controlen la circulación en sus seis carriles.
No es necesario que se registre un nuevo accidente con fatales consecuencias para declarar la Simón Bolívar en emergencia, solo se necesita de voluntad para garantizar la movilidad y la seguridad de los quiteños.