La Asamblea Nacional le tiene el ojo puesto al expresidente de la República Lenín Moreno, después que se cumplió el plazo de 90 días que había solicitado para ausentarse del país. Y es que según manda nuestra Constitución, el gobernante durante su mandato y hasta un año después de haber culminado sus funciones deberá de comunicar a la Asamblea Nacional con antelación si va a salir del país y los motivos por los cuales lo hace.
Peor que mujer a marido, dirían algunos, la ‘marca a presión’ que la Asamblea le pone a Lenín, y es incomprensible la rara costumbre que tienen nuestros mandatarios una vez fuera del poder: salir corriendo del país. Y no solo presidentes, sino también funcionarios de alto rango. ¿Será que quedan tan cansados de haber servido a la patria que se van por un ‘merecido’ descanso o su conciencia no está tan limpia que digamos que se huelen que de algo los van a acusar? Ejemplos hay de sobra, Rafael Correa, Jamil Mahuad, Lucio Gutiérrez, entre otros innombrables.
La Asamblea, al parecer, no se va a quedar tranquila. Lenín, carpeta bajo el hombro, anda buscando ‘camello’ como funcionario internacional en la Organización de Estados Americanos (OEA), y nuestro Poder Legislativo plantea hacer conocer a la OEA sobre el supuesto mal comportamiento de Lenín Moreno. Como el gato al ratón le están haciendo la cacería al ‘expresi’.