Después de dos años de pandemia del coronavirus, cuando los ciudadanos han hecho lo que han querido con las disposiciones del uso de mascarillas, el COE nacional y el COE cantonal de Guayaquil siguen enfrentándose sobre aquello.
Qué sentido tiene un enfrentamiento a estas alturas de la pandemia, si lo que realmente importa es el comportamiento ciudadano en las áreas públicas y privadas.
Cada persona tiene la libertad de decidir si quiere o no cuidar su salud y cómo debe hacerlo. Así como la vacunación no es obligatoria, tampoco puede imponerse el uso de la mascarilla. Que el uso quede al libre albedrío del pueblo.