Inseguridad y más inseguridad
Ya no se habla en las calles sobre los equipos de fútbol o de política. Y cuando uno toma un taxi o un bus es inevitable tocar temas relacionados a la seguridad nacional. Está de moda ver a diario videos o testimonios de personas que han sufrido algún hecho delictivo o violento por parte de personas inescrupulosas que tienen aterrorizada a gran parte de la población ecuatoriana.
Manejar de forma habitual se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, ya que se desconoce y es una incertidumbre saber si se llegará con vida a nuestros destinos. Los robos en los semáforos se han vuelto de lo más común hoy en día y se tiene la percepción de que nos están ganando la batalla los violentos arranchadores de bienes y de vidas inocentes.
Ellos tienen todo a favor para seguir operando bajo diferentes modalidades y andar tan campantes por las calles de nuestro país fuertemente armados, incluso más que la propia policía. Leyes endebles que les favorecen a los maleantes no permiten que la policía pueda ser más eficiente con su trabajo, por lo cual nuestros agentes de seguridad, que día a día arriesgan su vida para combatir a esta podredumbre social, conviven con este dolor de cabeza.
La realidad sobre nuestra situación es como para ponerse a llorar. Ya desde otras naciones nos están etiquetando como país violento y peligroso.En lo económico, esto puede ser más perjudicial que la pandemia, ya que muchos extranjeros se inclinarán por otras opciones al momento de elegir donde pasar vacaciones, siendo un golpe casi letal para el turismo nacional.Inseguridad y más inseguridad