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Opinión

Editorial: ¡Más sucia que un mercado!

Si nos ponemos a comparar con un mercado, el mercado sigue siendo más limpio que las dependencias judiciales”. Esta frase, lanzada por una mujer acusada por pertenecer a un entramado de corrupción que genera asco y ha provocado un escándalo que alcanza a reconocidos personajes del medio, no es más que un reconocimiento de la realidad del país. Lo dijo la hasta hace pocas semanas desconocida para la mayoría de ecuatorianos Mayra Salazar, vinculada al caso Metástasis.

Su declaración anticipada, ahora como testigo protegido de la Fiscalía, fue seguida por redes sociales mejor que telenovela y fue más comentada que chisme de farándula.

Salazar desnudó, con asombrosa calma y con lujos de detalles, fechas, los nombres de los alias en sus teléfonos, cómo se conocieron e hicieron amistad personajes como Fabiola Gallardo, presidenta de la Corte de Justicia del Guayas, con el también procesado Daniel Salcedo, y cómo este luego les serviría de nexo para acercarse al narco Leandro Norero, apabulló al exasambleísta Pablo Muentes acusándolo a la vez de invasor de tierras... en fin, soltó la lengua.

Y contó, además, cómo se manejaba una estructura corrupta en la Corte de Justicia del Guayas. Podrida por dentro, más apestosa que un sucio mercado de pueblo.