Pandemia y corrupción
La Policía Nacional ha tenido que allanar algunos inmuebles para encontrar pruebas, que constan en los aparatos virtuales...
Es indudable que en el año que acaba de concluir, el 2020, la pandemia de la COVID-19, que tantos males y muertes ha causado, estuvo emparejada con el virus de la corrupción, que puso a trabajar a las autoridades del Poder Judicial, dejando al descubierto nombres de ciudadanos, muchos exfuncionarios públicos (comenzando con el expresidente de la República Rafael Correa) que han sido enjuiciados y sometidos a prisión, mientras que algunos de ellos han fugado del país para evitar cumplir las penas que se merecían por sus ilícitas actuaciones.
Los sobreprecios en la venta de insumos médicos a los hospitales, la ilegal adjudicación de carnés de incapacidad, los diezmos cobrados dentro del propio Gobierno y a Asamblea Nacional, que comprometió a algunos legisladores, entre otros temas, muestran un panorama turbio por la incesante acción de las redes de corrupción que, felizmente, en su mayoría han sido descubiertas, aunque todavía queda mucho por investigar.
La Policía Nacional ha tenido que allanar algunos inmuebles para encontrar pruebas, que constan en los aparatos virtuales, las mismas que son imprescindibles para que los jueces cumplan a cabalidad su deber. Y mientras esta situación se daba, sobre todo en las ciudades más grandes de la República, el concurso para designar a decenas de jueces ha tenido graves problemas que han dilatado su ejecución. Pero la ciudadanía tiene fe y optimismo en que este nuevo año del 2021 la situación cambie y se impida que los corruptos, como vulgarmente se dice sigan “haciendo su agosto”.