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Opinión

Reos extranjeros dicen chao

La ola migratoria entre países en ocasiones se ha usado de excusa para que algunos países abran sus fronteras y hasta cárceles para desprenderse de grandes masas de personas inconformes con la situación política y socioeconómica de su país. Y por supuesto que entre estas personas transitaron también criminales, ladrones, violadores y delincuentes, que dicen buscar “días mejores” en nuevas tierras.

Muchos gobernantes ven esta migración como un ahorro para su país, pero a su vez las naciones cercanas ven como una amenaza a sus economías la llegada de miles de extranjeros indocumentados que en su mayoría están dispuestos a lo que “fuera” por tener un ingreso económico justo y permanente. Este descontrol fue el escondite perfecto para que antisociales y criminales se camuflen entre gente desesperada y honesta para que hagan sus fechorías cotidianas dentro de nuestro territorio. Las estadísticas por detenciones a estas bandas violentas y delictivas conformadas por extranjeros subieron como la “espuma” durante la última década y nuestras cárceles empezaron a llenarse no solo de nuestra gente sino también de malos compatriotas extranjeros que hacían quedar mal al verdadero conglomerado que sí trabajan honradamente.

Hoy el presidente Lasso habría tomado la decisión de devolver a más de tres mil presos colombianos a su país para lo cual ya obtuvo el visto bueno del presidente paisa para comenzar con el proceso de traslado. La parte difícil será regresar a los venezolanos en prisión, ya que las relaciones diplomáticas con Venezuela están muy debilitadas y Maduro, como todo “sabido”, le conviene hacerse el “loco” y mirar para “otro lado”.