A responder con contundencia
Los hechos de violencia de la última semana en Guayaquil, Esmeraldas y otras ciudades del país, que atemorizan a los ciudadanos y los obligan al encierro, deben llevar a la población a una profunda reflexión sobre cuál debe ser su actuación para evitar una vida sin miedo y en libertad de salir a disfrutar de los espacios públicos, como siempre lo han hecho.
Enclaustrarse, dejando los espacios libres para que los ocupen los violentos, no es el camino a seguir porque de esa manera no se protege nada, ni siquiera la vida. Alejarnos, sin resistir con contundencia, es darle más oxígeno a quienes quieren provocar el caos y el pánico en las ciudades ecuatorianas. Lo que está en juego es el derecho al libre tránsito por el país en que vivimos.
La exigencia de más seguridad debe hacerse diariamente a las autoridades nacionales y locales, que deben dejar de lado las rencillas políticas para pensar en el bien común de un país que requiere la unión de todos para hacerle frente a la narcoviolencia, al terrorismo y a la corrupción.
El gobierno, con la fuerza pública integrada por la Policía y las Fuerzas Armadas, debe responder con contundencia a las amenazas de los diversos grupos criminales. No se pueden hacer concesiones ni aupar el miedo porque sería catastrófico para el futuro del país.