El retorno a las clases presenciales en las unidades educativas, necesario por el bienestar de los niños y su educación, también trae de vuelta la necesidad de brindarles seguridad a los espacios en los que se desenvuelven.

No solo se trata de la infraestructura física, sino de los controles que deben existir en los exteriores de los planteles en los que estudian, por un lado por parte de la policía y, por el otro, por los agentes de tránsito, que permitan que se muevan de forma segura, tanto en las horas de ingreso como en las salidas. Las autoridades deben articular mecanismos que permitan detener el descontrol que existe ahora afuera de las escuelas.

¿En cuánto complica al tránsito el regreso a clases?

“Yo llevo a mis sobrinos a la escuela en la mañana. Antes me demoraba media hora en llegar del sur al centro, ahora me hago casi una hora por el tráfico”, Mirna Bohórquez, ingeniera en marketing.

“En las mañanas el tráfico por las escuelas en Samborondón no ayuda, porque se queda parado. Se tiene que buscar una solución porque los niños llegarán tarde a sus clases”, Gabriela Moreno, doctora.