Tapando huecos al apuro
En vísperas de carnaval, la Prefectura de Pichincha ha centrado –por fin– sus ojos donde debe: en lo prioritario. La época invernal, otra vez, sacude a las autoridades. Y en esta semana se ha debido declarar la emergencia vial en la provincia, luego de que en las principales carreteras que conectan la Sierra con la Costa se registraran derrumbes y deslizamientos.
La pregunta que se hacen muchos ecuatorianos es si este problema, que ocurre cada año, se pudo prever. Quizá sí. Pero en su lugar, la entidad ha estado pendiente de justificar su gestión económica, la cual ha sido cuestionada en los últimos meses, tras destinar un millón de dólares para un mural, 13 obras de teatro y su comunicación. O por la entrega de más de 30.000 dólares a una fundación que no tiene sede…
Y, sin embargo, hay falta de recursos económicos, según el mismo Gobierno provincial. Por eso, incluso, se ha puesto una tasa de matriculación adicional para el mejoramiento vial de las zonas rurales. Esto, a pesar del rechazo y la crítica del sector automotor.
¿Lo prioritario? Quién sabe. Pero ahora sí, la Prefectura busca solucionar, contra reloj, los daños en las vías Alóag - Unión del Toachi y Calacalí - Río Blanco, para que el feriado no se vea empañado por la situación riesgosa de las carreteras –al menos para que no le echen la culpa a la Prefectura–. No solo ocurre en Pichincha, también en otras provincias, que esperan a que llegue el ‘aluvión’ para levantar un muro de contención.
¡Otra lección que no se aprende!