Palos de ciego

Mientras Correa transitaba feliz por las calles de Moscú, en la iniciación del Mundial de Fútbol, invitado por la RT (Russia Today), con la cual colabora haciendo entrevistas, en España capturaban al exjefe de la Senain, Pablo Romero (que luego fue libertado provisionalmente), para que haga declaraciones precisas sobre el caso del presunto secuestro de Fernando Balda en Bogotá.

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Pero, ese mismo día lunes Correa quedó ya acusado, vinculado y procesado por este caso de “terrorismo de Estado” que, al parecer, le ha hecho más daño al expresidente que la enorme corrupción comprobada durante la “década perdida” (que tiene “bajo sombra” a Glas) y la metida a manos llenas en la Justicia y en casi todos los poderes del Estado.

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Tendrá, pues, por disposición de los jueces, que cruzar el “charco” atlántico que separa Bélgica del Ecuador, cada dos semanas para presentarse ante la CN. Como para castigarlo con el exceso de fatiga tras tanta locomoción...

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¿Acudirá Putin en su auxilio en caso de emitirse una orden de captura luego de las pruebas del fiscal y las sanciones del juez? ¿Se atrincherará en su ático de Bruselas, de donde espera que nadie pueda sacarlo? O pedirá refugio en algún sitio de la enorme Rusia.

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La derecha uribista triunfó en las elecciones del pasado domingo en Colombia. Un duro golpe para el socialismo del siglo XXI. Y es que se pone en “jaque” al vecino gobernante bolivariano, quien tenía la esperanza del triunfo de Petro. Y deja sin apoyo “paisa” al grupo “verdeflex”. ¿Solo les queda a Maduro y a Correa, como posibilidad, pedir ayuda “solidaria” al socialismo triunfante en la Madre Patria?