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Opinión
Se nos viene el invierno...
El peor enemigo no es la muerte, sino la desidia que mata nuestros ideales y nuestra ternura. La vida, en verdad, no se materializa solo en los recuerdos para decir lo que nos conviene, huyendo de la realidad.
Soy observador por antonomasia. El martes último que iba a Guayaquil, pasé por el puente que está cerca del matadero municipal. Al cruzar el río, observé que estaba lleno de tierra y de montes en los costados, que se podría limpiar con una retroexcavadora. No olvidemos que se acerca el invierno y no creo que alquilar una maquinaria requiera fortunas. Hay que limpiar el río y desbrozar el monte para que las aguas fluyan con más facilidad y, con la misma tierra, se pueden hacer muros. Ya estamos a finales de octubre. ¡Solo tenemos noviembre y diciembre! Cuidado con las inundaciones, porque se volverán a dañar las calles de la ciudad.
Ahora que hay buenas relaciones con el Consejo Provincial, hay que exigirle que, a través de las concesionarias que nos cobran peaje todos los días, terminen el último tramo de la carretera que viene desde Yaguachi de la T a Milagro. Son solo 2 kilómetros y nos preocupa la falta de respeto por nuestro cantón Milagro.
Por último, ya no se huelen los malos olores de un ingenio. Ahora nos falta resolver el tema del polvo que ensucia los carros, nuestros ojos y pulmones, así como el tema de las casas viejas y obsoletas que están frente a la piscina de Valdez. También exigimos a la empresa eléctrica más agilidad con los apagones en Milagro. Recién estuvimos algunas horas sin luz, algo inconcebible en pleno siglo XXI.