A mediados de junio del 2014 hubo el impacto económico en el Ecuador por la baja del precio del petróleo. La provincia de Orellana produce a diario un promedio de 315 mil barriles. Sin embargo, a decir de los entendidos en la materia aquí se registra el promedio más bajo de pobreza del país. Más del 50% de las 300 empresas subsidiarias de Petroecuador y Petroamazonas que operaban en Orellana quebraron al igual que dueños de hoteles, talleres de mecánica, tornos y electricidad, alquiler de vehículos, tipo camionetas, camiones, tráilers, cabezales, casas, cuartos o departamentos y restaurantes.
Supervisores, guardias, choferes, etc. están en la calle y sin saber qué hacer...
Crece el desempleo. Abundan los comerciantes informales, la venta de comidas preparadas en las veredas, porque hay que “inventar algo” para alimentar a sus vástagos. Mujeres de toda edad engrosan los centros de diversión nocturna disputándose la clientela varonil. Proceden del Perú, Cuba, Colombia y Venezuela. Inclusive hay quienes denuncian prostitución clandestina en parques y avenidas.
Vehículos y electrodomésticos han sido devueltos de muchos hogares a almacenes por falta de pago a sus créditos a veces vendidos o rematados a precios más bajos de lo adquirido para pagar sus deudas.
En esta urbe amazónica abundan los letreros: se vende, se cambia o se alquila casas, terreno o vehículos. Pobladores del área urbana y rural se quejan de que las pocas compañías que aún laboran cuando tienen vacantes las llenan de inmediato con familiares y recomendados. Además, quien acepta un trabajo no recibe el sueldo básico de 375 dólares, ni los beneficios de ley. Y no reclaman por temor al despido...