El préstamo de 250 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) volvió a encender la discusión política en el país. Esta vez, el intercambio fue entre el expresidente Rafael Correa y Annabella Azín, madre del actual mandatario Daniel Noboa.

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Este 9 de noviembre de 2025, en su cuenta de X, Azín escribió un mensaje en defensa del Gobierno y del reciente crédito del BID destinado a la compra de medicamentos. “‘No hay gestión’, ‘todo es mentira’... Vociferan los desesperados porque se les acaba el negociado. Mientras tanto, el BID confía en el Ecuador con USD 250 millones para mejorar la salud pública y garantizar medicamentos. Esto refleja que existe un trabajo diario por y para los ecuatorianos”, publicó.

El mensaje, con tono desafiante, provocó la inmediata reacción de Correa. “¡De locos! Ahora ‘gestión’ es aumentar la deuda externa para comprar medicamentos. Por el contrario, ese es el mejor ejemplo de falta de gestión e incompetencia. El BID, al permitir eso, es también un irresponsable”, respondió el exmandatario, en un hilo donde además acusó al Gobierno de “robar 70 millones de dólares en impuestos con una ley inmoral”.

Rafael Correa sugiere que Daniel Noboa debería estar preso

“En cualquier parte del mundo Daniel Noboa ya estaría preso. Se ha perdido toda decencia. ¡Sinvergüenzas!”, cerró Correa, subiendo el tono del debate.

El cruce de mensajes ocurre apenas días después de que el presidente Noboa anunciara el crédito del BID, en medio de la crisis de medicamentos y del desabastecimiento en hospitales públicos. Mientras el Gobierno lo presenta como una señal de confianza internacional, sus críticos —entre ellos el propio Correa— lo ven como un reflejo de improvisación y endeudamiento.

El BID, por su parte, no ha emitido comentarios sobre la controversia política. El organismo mantiene su postura técnica: los préstamos, incluidos los destinados al sector salud, se aprueban tras evaluaciones financieras y compromisos de cumplimiento por parte de los gobiernos.

En redes, las reacciones al enfrentamiento se dividieron entre quienes respaldan el tono directo de Azín y quienes consideran que la defensa del préstamo se convirtió en una bandera política familiar.

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