La tarde del sábado comenzó con un ambiente festivo en la intersección de las calles Juan X. Marcos y Calderón, en el cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos. Un grupo de personas se había reunido para celebrar el cumpleaños de un vendedor de frutas, sin imaginar que la celebración terminaría en tragedia.

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Entre los asistentes se encontraba Carlos Eduardo Contreras Soto, de 36 años, quien fue asesinado a plena luz del día mientras compartía unas cervezas con amigos. Según testigos, dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y se dirigieron directamente hacia Contreras, disparándole en repetidas ocasiones. La víctima cayó mortalmente herida sobre la vereda, junto a las sillas plásticas y las bebidas que apenas habían comenzado a consumir.

El lugar se llenó rápidamente de comerciantes y transeúntes, quienes rodearon el cuerpo sin vida mientras comentaban sobre la veloz huida de los atacantes en dirección al bypass. En la escena, agentes de la Policía y Criminalística recogieron diez vainas calibre 9 milímetros como evidencia. Familiares de la víctima, visiblemente conmocionados, llegaron al sitio, y su cuerpo fue trasladado a la morgue del cementerio general de Babahoyo.

El dolor fue palpable cuando Ángela llegó al lugar para consolar a su hermana tras la pérdida de su sobrino. Se enteró del hecho por una llamada de su hijo. Al principio no lo creyó, pero al ver el cuerpo, rompió en llanto y abrazó a sus familiares.

Sin embargo, la violencia no se detuvo allí. Apenas dos horas antes, a pocas cuadras, en las calles Calderón y Cuarta, Félix Manuel Ronquillo Pérez, de 48 años, fue asesinado mientras se dirigía a una tienda. Un sicario lo interceptó y le disparó sin piedad antes de huir en motocicleta. La escena fue desgarradora: un niño de aproximadamente 10 años lloraba desconsolado junto a la cinta amarilla que delimitaba el área del crimen, mientras sus familiares intentaban consolarlo.

Ronquillo era conocido como comerciante ambulante en los buses de Babahoyo. Según la Policía, tenía antecedentes por tenencia ilegal de armas (1997) y robo (2004). En el lugar se levantaron cinco indicios balísticos que serán clave en la investigación.

Los antecedentes penales de una de las víctimas

La noche cerró con otro hecho violento. A las 21:30, en el sector La Ventura, Ronald Fabián Muñoz Cedeño, de 25 años, fue asesinado dentro de su negocio mientras compartía con su esposa. Según su testimonio, un hombre con mascarilla ingresó al local y le disparó varias veces, causándole la muerte de forma inmediata.

Muñoz Cedeño tenía antecedentes por ocultación de objetos robados y tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, además de procesos judiciales por delincuencia organizada y receptación. En la escena se encontraron nueve vainas calibre 9 milímetros y tres proyectiles, que fueron recogidos como evidencia.

De forma preliminar, los investigadores confirmaron que la víctima había recibido amenazas por parte de grupos delincuenciales organizados (GDO), aunque aún no se ha determinado el móvil exacto del crimen. Su cuerpo fue trasladado inicialmente al hospital Martín Icaza, donde se confirmó su fallecimiento antes de ser llevado a la morgue del cantón.

Estos tres crímenes, ocurridos en menos de cinco horas, han dejado una estela de dolor, miedo e incertidumbre entre los habitantes de Babahoyo. Las autoridades han iniciado la recolección de evidencias para esclarecer los hechos y dar con los responsables.

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