El cabo segundo Jimmy Andrés Espinoza Morales, de 33 años, fue asesinado a tiros por presuntos sicarios cuando se disponía a llevar a su hija a la escuela. El hecho ocurrió la mañana de este lunes 7 de julio en el sector Las Nieves, en Pasaje, provincia de El Oro, justo al frente de su vivienda.

Espinoza Morales, quien laboraba en el Distrito Portete de Guayaquil, se encontraba de franco y había regresado a su ciudad natal para compartir con su familia. La escena del crimen evidenció la violencia del ataque: su vehículo presentaba múltiples perforaciones por proyectiles en el parabrisas y la puerta del conductor. En el asiento delantero quedó una mochila escolar, presuntamente de su hija.

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Según testigos del sector, los asesinos se movilizaban en una camioneta doble cabina de color gris, sin placas. Algunos incluso afirmaron haber visto también una motocicleta que habría participado en el hecho, aunque esta versión está aún en investigación.

Lo emboscaron con fusiles y dejaron panfleto amenazante

El comandante de la Zona 7 de la Policía Nacional, William Calle, confirmó que los atacantes utilizaron armamento de grueso calibre. “Se han levantado 21 indicios balísticos: 13 de fusil y 8 de pistola 9 milímetros”, detalló. Calle también indicó que los sujetos abrieron la puerta del vehículo del agente y dejaron un panfleto con amenazas dirigidas no solo a la víctima, sino a todos los servidores policiales de la zona.

El uniformado había sido parte de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Wilson Franco, en Puerto Bolívar, antes de ser trasladado a Guayaquil. Tenía ocho años de servicio en la institución. “Nos duele profundamente esta pérdida. Esto no quedará en la impunidad. Aquí hay Estado, aquí hay Policía”, enfatizó el comandante Calle.

Según moradores, Espinoza había salido con su esposa y su pequeña hija cuando fue emboscado. La niña aún no había subido al vehículo, lo que evitó una tragedia mayor. El hecho generó conmoción en todo el barrio y un amplio despliegue policial se activó de inmediato para levantar indicios y buscar a los responsables.

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Policía presume posible retaliación de bandas delictivas

El comandante Calle no descartó que el crimen esté relacionado con amenazas previas. Reveló que, aproximadamente un mes atrás, Espinoza había sido amenazado por un ciudadano cuya identidad se mantiene en reserva. Esa información se encuentra en investigación y forma parte de una de las hipótesis que maneja la Policía Nacional.

“Es el segundo policía asesinado en la provincia de El Oro. El anterior hecho se registró en Machala, y también estamos tras los responsables. Ya tenemos boletas y una mujer detenida en ese caso”, agregó Calle. Las autoridades creen que los ataques estarían dirigidos contra agentes de la Policía Judicial y los equipos motorizados, como represalia por operativos recientes contra el crimen organizado.

La Policía ha iniciado un barrido de cámaras de seguridad en al menos cinco cuadras a la redonda. “Vamos a trabajar para dar con estos individuos. No vamos a permitir que grupos delictivos atenten contra nuestros compañeros. Aquí no es tierra de nadie”, reiteró el comandante.

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