Hace 3 años, Pavel Banegas Sivinta dejó su natal Atacames, en Esmeraldas, para ir por su sueño de ser odontólogo a tierras manabitas. Iba en buen camino a conseguirlo, pero las garras de la delincuencia ofuscaron sus planes.

La noche de este martes 13 de junio sus amigos lo despidieron en la Facultad de Odontología previo al traslado de su cuerpo hacia su natal Esmeraldas.

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El auditorio se inundó de lágrimas y dolor. Sus compañeros no podían creer que la vida de su amigo se había apagado. Varios se acercaron al féretro y lloraron de forma desgarradora.

Dejó a su familia, quienes eran su mayor motivación. Pero no perdía contacto con su madre Judith y su padre Wildrido. Ellos estaban orgullosos que su retoño, ya quedaba el sexto semestre de la carrera de Odontología en la Universidad San Gregorio de Portoviejo, en Manabí.

Allí su don de gente, solidaridad y carisma le permitieron cosechar varias amistades. Con sus amigos solía comer fuera de la U, compartir momentos amenos y retirarse entre carcajadas y bromas hacia su hogar.

Fue precisamente en una de esas andanzas universitarias que se enfrentó a la muerte. La noche del lunes 12 de junio, Pavel estaba cerca de una panadería junto a varios compañeros. De repente sujetos en moto amedrentaron a dos de sus amigas. El joven no dudó en poner resistencia y defenderles de este accionar delictivo.

La valentía de Pavel quedó registrada en un video de cámaras de seguridad. En el mismo se ve que uno de los asaltantes le descarga dos tiros sobre la espalda. Uno de ellos le perforó el pulmón, lo que no permitió que le gane la batalla y viajara a continuar su carrera de Odontología en la eternidad.

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