Una vez recuperado el control del Centro de Rehabilitación de Riobamba (CRS), en la provincia de Chimborazo, autoridades evalúan los destrozos causados por los privados de libertad. 

Entre los daños provocados está el hueco que hicieron en una de las paredes posteriores, por donde se supone se fugaron los 39 reos, incluido Colón Pico. Esta cavidad ya fue sellada. 

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También han empezado la reconstrucción de las garitas. En fotografías se apreció papeles administrativos regados como basura y que los vehículos en los cuales se trasladaban a los privados de libertad hacia audiencias o centros de salud presentan daños.

Además, unas viviendas de los alrededores fueron afectadas por las piedras y explosiones. Varios vidrios rotos se les pueden apreciar, aunque sus moradores prefieren evitar dar declaraciones.

El alcalde Jhon Vinueza indicó que el centro de reclusión ya no cumple con el requerimiento inicial y se plantea reubicarlo.

 “Es una cárcel de mínima seguridad, construida en 1974. Sus alrededores están ya urbanizados. Vamos a analizar sacarla ya de ese sitio”, indicó el funcionario. Así, aunque el temor permanece, en la capital de Chimborazo, luego de toda la convulsión, las actividades tienden a normalizarse.

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