“Gracias a Dios el mar está tranquilo, somos bendecidos”, expresó aliviado el pescador Luis Tigrero, mientras observaba el horizonte desde el malecón del puerto pesquero de Santa Rosa, cerca de las 12:30 de este miércoles 30 de julio.

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Las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial habían advertido que, como consecuencia del terremoto de magnitud 8.7 registrado en Rusia, existía la posibilidad de que un tren de olas impactara el perfil costero peninsular entre las 11:00 y las 11:30. Sin embargo, la situación se mantuvo bajo control y no se registraron afectaciones.

En el puerto de Santa Rosa, decenas de personas se congregaron expectantes ante la posible emergencia. “Siempre fallan los científicos, el único que sabe lo que va a pasar con la naturaleza es Dios”, comentó Luis Suárez, otro pescador del sector, evidenciando el escepticismo que reinó en parte de la población.

Aunque la mayoría de los pescadores no salió a faenar, sus embarcaciones, que normalmente permanecen ancladas en la orilla, esta vez debieron ser llevadas a una o dos millas mar adentro por disposición de las autoridades, con el fin de evitar que el tren de olas del posible tsunami cause afectaciones al llegar a la costa. Al principio hubo resistencia, pero finalmente la mayoría acató la medida.

En Salinas, pese a la prohibición de permanecer en el malecón, algunos visitantes optaron por caminar por el borde costero sin ingresar a la playa ni al mar. “Ya no creo que pase nada, en toda la Península se informa que el océano está tranquilo”, dijo un turista que se encontraba en el lugar.

Las autoridades colocaron banderas rojas y mantuvieron la restricción para bañistas durante gran parte de la jornada. “Es preferible perder un día de comercio antes que perder una vida”, opinó Pedro Gonzabay, vendedor de artesanías.

En sectores como Monteverde y Capaes, algunas personas reportaron la formación de pequeños remolinos cerca de la orilla, aunque sin consecuencias graves, “no fue visible el tren de olas por el Tsunami en la costa peninsular, pero tampoco se pueden confiar”, dijo el oceanógrafo Jhony Chavarria.

COE sigue en alerta

Hasta el cierre de esta edición, el COE provincial mantenía el monitoreo permanente en los balnearios y confirmó que no hubo daños materiales ni personas afectadas. La alerta, que había generado preocupación durante la noche del martes, se redujo paulatinamente a medida que el comportamiento del mar se mantuvo estable.

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