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La súplica de una mujer en Súa: “¡No maten a mi bebé!”
Con desesperación, la madre intenta salvar a su hijo antes de ser asesinada a tiros en un bar
La risa y la música que solían llenar el ambiente en un bar de la parroquia Súa, en el cantón Atacames, de Esmeraldas, se convirtieron en ecos lejanos, ahogados por el sonido de los disparos, la noche del sábado.
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Lo que era un espacio de risas y música se transformó repentinamente en un escenario de terror. Sujetos no identificados irrumpieron en el local y el caos se desató. Annie María Mosquera Cortez, conocida como Chocolata, con el rostro pálido y los ojos llenos de terror, sostenía a su bebé en brazos.
Ella trémula pidió que le permitieran dejar al niño en su coche.“Por favor, no maten a mi bebé”, suplicó ella y su corazón latía con desesperación al ver que su vida pendía de un hilo. Los agresores, inmutables frente al dolor ajeno, le concedieron momentáneamente la oportunidad de poner a su bebé en un lugar seguro.
Annie, con manos temblorosas, colocó al bebé en su coche, acto que parecía un último intento de asegurar su bienestar. Segundos después, los disparos resonaron en el bar, y la vida de la Chocolata se extinguió.
Impacto y recuerdo de una líder comunitaria
El vil asesinato de Annie causó conmoción en la parroquia Súa. Ella no solo era conocida por su carisma, también era una líder comprometida en su comunidad, en el sur de Esmeraldas. Su labor incluía la organización de una variedad de talleres y encuentros comunitarios enfocados en el empoderamiento de las mujeres de su barrio. La policía trata de ubicar a los autores de este crimen.
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