Un caso de violencia intrafamiliar por poco termina en una explosión de medio barrio, en San Juan de Calderón, en el norte de Quito.

El pasado jueves, la Policía de esta zona recibió una primera alerta de que existía un conflicto dentro de un departamento. A su llegada, los uniformados hablaron con una mujer quien vive en el primer piso e indicó que había tenido una discusión con su exconviviente de nacionalidad venezolana.

Además, agregó que pidió ayuda porque quería que el extranjero se retirara con sus cosas. Según habría dicho a los uniformados, ya no quería vivir con él. Sin embargo, este sujeto no habría querido salir del inmueble y ‘armó pito’.

En el informe policial consta que él supuestamente se había tranquilizado luego de varios minutos de diálogo y al final, el implicado habría dicho que seguiría un proceso judicial en contra de la señora.

Segunda alerta con relajo

Horas más tarde, la Policía de Calderón recibió otra alerta que provenía del mismo lugar. En esta ocasión, el llamado era más preocupante porque se informaba que un ciudadano intentaba incendiar una vivienda utilizando gasolina y dos cilindros de gas. Al parecer, estaba bajo los efectos de alcohol o algún estupefaciente.

El ECU911 también remitió la alerta al Cuerpo de Bomberos para evitar cualquier tipo de incidente.

Los policías se percataron que se trataba de la misma pareja que tuvo el percance en la mañana. Junto a los socorristas ingresaron al inmueble y desalojaron a las personas del primer y segundo piso, entre estas, la exnovia del venezolano y sus dos hijos.

Así fue lo capturaron

Dentro del departamento continuaba el extranjero, quien previamente se había rociado gasolina en el cuerpo. Estaba cerca de un cilindro de gas y tenía una caja de fósforos y un encendedor manual. 

Además, tenía un filtro de gasolina que suelen utilizarse en los motores de las motocicletas. Los policías intentaron dialogar con el sujeto para que se alejara de estos artefactos, pero no hizo caso.

Entonces, los bomberos le lanzaron agua a presión para reducir al sujeto y luego los agentes lo sometieron. Este fue llevado a una Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra y la familia fue puesta a buen recaudo.

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