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Opinión

Editorial: Inundaciones no aplacan la sed de Durán

El problema de la falta de agua en Durán no lo solucionan ni los más fuertes aguaceros, que más bien complican el viacrucis de una población que muere de sed junto al río Babahoyo y que sufre también de las inundaciones por la falta de obra pública que las evite.

Las mafias, las que mantienen el negocio de los tanqueros, son en parte los responsables de una problemática que el gobierno local de turno -han pasado más de una decena- no ha logrado solucionar porque en vez de una planta de captación de agua cruda en el río cercano se apuesta por los pozos de Chobo, que están en otro cantón de la provincia del Guayas.

Se puede decir que los habitantes de Durán se mueren de sed junto a la fuente del río, sin que el poder político haya pagado la deuda de obras y servicios que mantiene con la población.

El nuevo alcalde debe elaborar primero un plan urbano, que incluya como prioridades la solución del problema de abastecimiento de agua potable, el mejoramiento de la seguridad ciudadana con la implementación de programas de obras y servicios que conlleven a mejorar la calidad de vida de las familias y la recuperación de los espacios hoy tomados por la delincuencia. De lo que haga o deje de hacer la nueva autoridad depende el futuro del cantón.