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Opinión

Hablando de lluvias y mosquitos...

Conozco casi todo el Ecuador. Cuando visitaba las campiñas costeñas me decían que, en la época lluviosa, si veía chapuletes negros eso significaba más lluvias.

Conozco casi todo el Ecuador. Cuando visitaba las campiñas costeñas me decían que, en la época lluviosa, si veía chapuletes negros eso significaba más lluvias. Pero si los chapuletes eran verdes, eso indicaba que las lluvias estaban por terminar.

Pues bien, hace pocos días pude ver a dos chapuletes que “jugaban a la pega” yendo de un sitio a otro. Me llamó la atención de los dos chapuletes que uno era verde y el otro negro. No había racismo entre ellos. Y pensé: ¿Seguirán las lluvias a nivel nacional, con intervalos como para que se seque la ropa...? Porque del análisis que aprendí en las campiñas, no podía llegar a otra alternativa...

Podemos tener aguaceros de todo tipo, más de lo programado. Ante esta situación, la única alternativa es combatir la proliferación de mosquitos que aparecen puntuales a las 5 de la tarde y, si no se les dice nada, amanecen bien instalados chupando sangre y transmitiendo enfermedades tales como malaria y paludismo, etc.

Aspirar a una fumigación general es ilusionarse. Más práctica es la cooperación ciudadana. No permitamos la formación de charcos; hacer que los chicos ingresen a sus casas a eso de las 5 o 6 de la tarde, que es la hora en que asoman los zancudos. Y si se detecta algo de fiebre u otro síntoma, acudir al centro de salud más cercano.