Conmovió a nuestros lectores la historia de Catalina Lencina, guayaquileña de 50 años que tuvo una vida delictiva y cuyo cuerpo le recuerda sus andanzas: 18 tiros propinados por un compañero de ‘choreos’ y siete puñaladas asestadas por el padre de sus hijos.

La publicación salió el pasado 9 de abril, pero nuestra ‘pipol’ se hizo presente con su generosidad. Una señora (que quiso mantener el anonimato) le donó un colchón y una base de cama, pues en la de Catalina (también conocida como la China) ya se sentían los resortes y estaba sobre palos de madera.

De igual manera, otra lectora le donó dos sillas de comedor, de madera. Asimismo, recibió prendas de vestir y calzado. Asimismo, le entregaron $ 100 para que pueda invertirlos en alimentos.

Catalina, con gratitud en el corazón, recibió las bendiciones, que sabe que le llegaron del cielo, pues no tenía casi nada en su vivienda, ubicada en el sector llamado Callejón de la Muerte, zona del Guasmo Sur de Guayaquil.

Ahora Catalina está ‘china’, pero de sonreír por las contribuciones de nuestros solidarios lectores. Ella igual sigue buscando un trabajo con el cual pueda sostenerse.