Las librerías católicas, como la San Pablo, ubicada en el centro de Quito, han empezado a tener mayor demanda en los últimos días. Estéfano Sampedro revela que los creyentes se han acercado para adquirir, sobre todo, documentos eclesiales como encíclicas y cartas apostólicas, así como textos que hablan de su vida y su legado. “Él tenía el poder de dirigirse a todos de una manera muy clara, muy fácil, muy coloquial”, expresa el dependiente del lugar.

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No se quedan atrás artículos como las imágenes en yeso de Jorge Mario Bergoglio, que hacen que la devoción de los católicos se mantenga. La demanda no ha sido masiva, pero sí se ha notado el interés de los clientes, según Sampedro.

Estéfano también es católico y admira a Francisco. Para él, su mayor legado es “la humildad con la que él trataba todos los aspectos, desde los litúrgicos hasta los doctrinales y dogmáticos. Nos recordó que la Iglesia es la casa de todos”.

El legado de Francisco para los sacerdotes

Andrés Zapata Bedoya, padre de la orden de La Merced, por su parte comenta que lo que espera la comunidad católica es que se escoja a un Papa que responda a las necesidades de la Iglesia. “Tenemos que pedir a Dios que intervenga en este momento de la historia”.

Asimismo, califica el pontificado de Francisco como humilde y uno de los más cercanos a la gente. “No quiere decir que los otros Papas no se hayan acercado, pero creo que su ministerio marcó muchísimo la cercanía con el otro. Nos dejó claro que no debemos dejar de vernos como hermanos”, destaca el sacerdote.

Aunque no se han dispuesto misas especiales por la muerte del papa Francisco, los sacerdotes tienen la misión de orar por su alma y guiar las eucaristías hacia ese propósito con los asistentes. “Siempre vamos a orar por los fieles difuntos”, finaliza Zapata.

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