Discutir con la pareja ante la presencia del niño no es recomendable, pero se da. Es inevitable. Sin embargo, por su salud emocional, debes permítele presenciar la conciliación. Tu hijo sufre.

En algunas familias, las peleas son muy frecuentes y al día siguiente todo vuelve a la normalidad. Pero las discusiones entre papá y mamá afectan a los niños e incluso es posible que sufran retrasos en el desarrollo del cerebro, problemas de comportamiento, falta de sueño, ansiedad y depresión.

“Solucionar los altercados con los niños presentes brinda un mensaje conciliador. Recordemos que para un infante sus padres son sus principales referentes, ellos imitan. Como prueba de ello tenemos las redes sociales, hoy vemos a tantos niños que hablan perfectamente ante una cámara porque es el reflejo del adulto”, dice el máster en psicología educativa Stalyn Paz Guerra. El éxito es resolverlo enseguida. Hay que aprender a controlar las emociones delante de ellos. Y no olvidar que nuestros hijos aprenden con el ejemplo.

Qué pasa por la mente del menor

- Les genera miedo, incertidumbre, inseguridad y más emociones negativas.

- Experimentan un sentimiento de culpa, de cierta manera se sienten responsables por lo que les está pasando a papá y a mamá.

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Por si no lo sabías

El silencio también es un problema. Cuando la relación se enfría y/o se dejan de hablar al niño también le afecta y lo refleja en sus emociones.

Las claves

1. Los padres deben recordar que son un equipo y para que todo funcione bien hay que brindarles estabilidad a todos los integrantes de la familia.

2. Procura discutir en privado. Lo importante en esta acción es pensar en la manera que los niños interpretan los problemas.