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Farándula

¡Una manaba tiene un OnlyFans ‘sanito’!

Kristel Cajas pasó de enfrentar la anorexia y la bulimia a ser una influencer fitness. Dice que no piensa en hacer contenido ligado a la pornografía.

Kristel Cajas
La plataforma en la que más seguidores tiene es en TikTok.Cortesía

Kristel Cajas tocó fondo. La anorexia y la bulimia la estaban condenando y llevando a la penumbra. Decepciones amorosas la tuvieron al borde del colapso. Sin embargo, cuando estuvo a punto de caer al abismo, la manabita halló, en el mundo fitness, una luz que ahora la hace brillar y soñar en grande.

Tal es su cambio, que ahora es influencer y promueve una vida saludable. Solo en su cuenta de Instagram tiene más de 30 mil seguidores. “Hubo momentos en los que carecía de amor propio. A veces es necesario tocar fondo para transformarse. La adversidad te puede hacer crecer”, expresa la joven, de 22 años, sonriente, firme y carismática.

Desde el 2017 su vida cambió. Decidió que era el momento de cuidarse a sí misma, de quererse, de buscar motivación para llenarse de energía y creerse bella, única y especial. Fue así como escogió al ejercicio, al entrenamiento físico, a la vida fitness, como sus aliados para cambiar radicalmente y dejar los problemas del pasado.

Todo ha sido un proceso. Kristel no es de prisas, sino de procesos y pequeñas metas para crecer, asegura. “No se puede exagerar, eso la vida me lo ha enseñado. Se tiene que empezar de a poco. La base es la disciplina: no beber alcohol, no tener vicios. Si lo hacemos, en el transcurso del tiempo será algo real y sostenible”, comenta.

Su día a día

Kristel vive su día a día con intensidad, dividiendo su tiempo para darse algunos gustos, el ejercicio, producir contenido para sus redes sociales y cumplir con sus actividades académicas. Su jornada se inicia a las 06:30 bebiendo un café negro, considerado el infaltable para iniciar la mañana.

Luego, a las 07:00, acude al gimnasio para ejercitarse por una hora y treinta minutos. Posteriormente va a grabar material para sus plataformas y, en las tardes, se dedica de lleno a sus estudios en la carrera de Derecho, que está a punto de concluir. Las noches son intocables para ella, pues descansa.

El giro que ella dio le abrió otras puertas. Las redes sociales han sido la plataforma para que la multifacética manabita se haya convertido en una figura pública muy seguida y admirada por lo que proyecta.

No se considera una influencer, sino una persona que se puede conectar de manera masiva con un público. “Tengo ese don que me dio Dios de transmitir cosas buenas a las personas, la habilidad de llegar a mucha gente con base en lo que tanto me apasiona”, dice.

Sus redes

Cajas forma parte de una red de negocios. Desde allí busca monetizar sus redes sociales y generar dinero con base en su trabajo y esfuerzo diario. No se trata de algo improvisado, pues ella cuenta con un equipo de producción, fotógrafos, editores de videos, community mánager, entre otros.

El trabajo que realiza de forma activa le ha permitido tener 78.000 seguidores en TikTok, 32.000 en Instagram, 20.000 en su fan page en Facebook, 7.000 en Twitter. Y va subiendo como la espuma. Cada día sorprende más con sus fotos, en las que muestra su cuerpo tonificado, su sensualidad y habilidad para posar frente el lente.

La influencer también tiene su cuenta de OnlyFans, en la que acumula más de 4.000 suscriptores. Sobre esta plataforma comenta que cree se ha sexualizado en su gran mayoría. Sin embargo, respeta lo que cada persona pueda hacer con su cuerpo y la forma en que pueda obtener dinero.

En esta plataforma, Kriss, como también se hace llamar, descarta que en algún momento suba contenido pornográfico. Ella se va más por lo artístico, muestra su cuerpo desde una perspectiva profesional. Esto gracias al trabajo de su fotógrafo que se enfoca en estilos europeos. “Lo que hago genera impacto y marca una diferencia. Es un trabajo profesional, con dedicación y preparación. Soy perfeccionista”, reconoce.

Ella no piensa dejar pasar las oportunidades que se le presenten. Está consciente de que el mundo al que ha ingresado puede permitirle abrir otras puertas. Tiene proyectos de comunicación o periodismo.

Revela que ha tenido “propuestas indecentes” y comentarios morbosos en las redes sociales, cosa que le disgusta. Es allí cuando saca a relucir sus conocimientos en Derecho y ha ubicado y advertido a algunos que buscan pasarse de listos y se confunden.

“Hay mucha gente mala en las redes, pero conozco mis derechos. Sé cómo hacerlo porque vengo de una familia preparada en leyes”, expresa.