Si bien los cortes de energía eléctrica ya son una realidad a la que los ciudadanos se han resignado, todavía hay indignación porque nada sale como se anuncia. En Quito hay barrios que ayer no tuvieron racionamientos. Esto, lejos de ser una alegría, fue motivo de incertidumbre. “¿Nos la van a quitar más tarde? ¿A qué hora?”, reclamó Cecilia Guamán, moradora del barrio Colinas del Norte.

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Allí se esperaba que no hubiera energía desde las 08:00. Algunos vecinos incluso llenaron sus baldes de agua, porque al ser una zona alta también se anunciaron cortes de agua. Todo normal. “Toca usar el agua para no desperdiciar”, dijo la vecina.

En barrios como La Floresta, algunos aprovecharon para adelantar trabajo. Lourdes Espinosa le puso ‘velocidad’ a su trabajo para aprovechar el aparente descuido de la Empresa Eléctrica Quito. La mayoría de sus clientes le piden impresiones de textos y copias al por mayor. “Quizá corten la luz en cualquier momento. Yo trato de adelantarme”, explicó.

Para ella ha sido molesto no tener un horario fijo al que atenerse, pues el cambio diario ha complicado sus actividades. “He tratado de que no me afecte demasiado”.

Los ciudadanos tampoco tienen claras las delimitaciones, pues en ocasiones hay luz en una cuadra y en la siguiente ya no, aunque estén en el mismo barrio. “Yo no entiendo cómo funciona, pero algunas casas nomás nos quedamos sin luz”, dijo Virginia, una comerciante de La Marín, en el centro.

En su local ofrece aparatos eléctricos, pero la situación hace que se vuelva difícil venderlos. “Los clientes nos piden probar algunas cosas y yo no sé ni a qué hora vendrá la luz”, reclamó.

EXTRA pidió información sobre estos inconvenientes al departamento de comunicación de la Empresa Eléctrica Quito, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

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