La vida de los hermanos Carlos y Daniel Gonzabay Sánchez cambió drásticamente el 11 de septiembre del 2009. Su madre Mayra Roxana Sánchez Hidalgo fue asesinada dentro de su vivienda, ubicada en el sector Velasco Ibarra en La Libertad, Santa Elena.

En horas de la madrugada de aquel día, los criminales ingresaron a su casa para robarle, y como la mujer opuso resistencia, la mataron. Pero entre el dolor e impacto de haber perdido a su progenitora, a Carlos y Daniel se les apareció Lucía Cabrera Pozo, cuyo esposo conocía a la fallecida.

Lucía no había mantenido una relación de amistad ni siquiera con los niños, pero su caso la conmovió tanto que decidió acogerlos en su hogar. “Fue como un ángel del cielo que nos envió mamá”, expresa Carlos, que ahora tiene 20 años.

Su mamá postiza les dio amor y protección como si fueran sus hijos ‘de sangre’ (ella tiene tres propios). Los matriculó en una escuela cerca de su casa, después los envió al colegio y ahora espera que pronto ingresen a la universidad.

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Hubo ocasiones en las que Lucía tuvo que ser drástica con ambos muchachos, pero ellos entendieron que todo fue por su bien. “Tenemos un ángel en el cielo, pero también en la tierra”, aseguran los dos hermanos.

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