Ante la ola de atentados terroristas que impactaron a Ecuador desde principios del 2024, la afluencia de compradores en la Bahía bajó. Por ello, la dirigencia de este sector comercial solicitó un aumento de resguardo policial y presencia militar, pedido que se cumplirá a finales de enero.

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Franklin Coloma, abogado de la Asociación 6 de Enero de Comerciantes de la Bahía, declaró que la Gobernación del Guayas ha escuchado las peticiones de los comerciantes de la Bahía, a través de las mesas de trabajo, luego de una solicitud que realizó el pasado 16 de enero, en la que requirieron un aumento en la seguridad de la zona. Destacó que “aquí ya no nos estamos enfrentando a la delincuencia común, como los ‘escaperos’ (...), ahora nos enfrentamos a grupos organizados”.

Juanita Mora, una de las 4.300 comerciantes formales de este punto comercial, compartió con este Diario que su situación económica en estos días está bastante complicada. Durante la mayoría de los días, entre la semana pasada y la actual, no ha logrado vender ningún par de zapatos, excepto los fines de semana, lo cual, según comentó, “apenas alcanza para parar la olla”.

“Ahora sí hay policías, pero lo que queremos es que haya más. La gente tiene miedo, los pasillos están vacíos porque nadie viene. No es simplemente que pasen y se vayan, sino que estén dando vueltas”, expresó la comerciante Mora, quien hasta el mediodía del 26 de enero, ni una ‘ayora’ había vendido.

Coloma enfatizó que normalmente no hay falta de personal policial en la Bahía, ya que aproximadamente 25 agentes de la ley patrullan los pasillos a diario. Su solicitud consistió en aumentar casi al doble esta cifra y que a esto se sume la presencia de las Fuerzas Armadas. Todo esto se enmarca en la situación actual, donde grupos de delincuencia organizada (GDO) intentan operar en el sitio.

Entre aquellos corredores de ese centro de comercio, Estela Gallegos, una comerciante de ropa interior femenina, se mostraba satisfecha ante la noticia de la militarización del lugar, describiéndola como una medida “muy bien pensada”. Expresó que, debido a la inseguridad, la Bahía se encontraba “a la deriva, como un barco sin timón”.

El dirigente Coloma subrayó que las extorsiones hacia los comerciantes suelen llevarse a cabo mediante mensajes en WhatsApp, ya que en los kioscos evitan realizar intimidaciones directas debido a que son espacios estrechos, y si son descubiertos, el delincuente podría ser linchado. Aunque no son frecuentes dichas situaciones, cuando ocurren, se abordan directamente con la Policía, la cual ha brindado una respuesta eficaz en estos casos, según el directivo.

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