Los tentáculos de José Antonio Aguilar Orosco, de 46 años, no solo abarcarían el tráfico internacional de drogas, sino también la venta para el consumo interno, según se ha descubierto en las investigaciones realizadas a la organización que presuntamente lideraba y cuyo centro de operaciones era Guayaquil. El individuo, oriundo de la provincia de Loja, habría controlado las acciones criminales desde un lujoso apartamento ubicado en el tercer piso de Torres del Sol, en el norte porteño.

De acuerdo a la información policial, la actividad principal del individuo habría sido el narcotráfico: adquiría cocaína en Colombia y esta era trasladada a centros de acopio en vehículos que estaban preparados con fondos dobles, que eran utilizados como caletas. Luego, el alcaloide era enviado al extranjero a través de los puertos, con el método ‘gancho ciego’, que consiste en la clonación de candados de contenedores, para cambiarlos al ingresar la sustancia.

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Además, como otra línea de ‘negocio’, los agentes establecieron que en diferentes sectores de Guayaquil y Durán, como parte de su estrategia para el microexpendio de sustancias, esta banda utilizaba a embarazadas y vendedores ambulantes, para no llamar la atención.

La detención de José Aguilar se registró el miércoles 24 de abril de 2024, 566 días después de que los investigadores descubrieran la existencia de su agrupación, a través de la denominada operación Venecia, ejecutada el 6 de octubre de 2022, en la ciudadela Alborada, del norte guayaquileño. 

Ese día, dentro de una casa, los policías encontraron cerca de una tonelada y media de cocaína. Uno de los custodios, identificado como James Byron Merchán Coronel, fue detenido en esa ocasión, pero aún no ha sido vinculado en el proceso que la Fiscalía abrió tras la aprehensión del presunto líder narcotraficante.

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En total, siete personas -de once para las que se habían solicitado boletas mediante un acto urgente- fueron atrapadas y procesadas. Los sospechosos han sido catalogados de la siguiente manera: como presunto líder, José Aguilar; como segundo al mano, el dominicano Miguel Ángel Santos Peralta o Regular Peralta (dos identidades); como coordinadores de acopio, Miguel Ángel Olivo y Jordy González; como coordinador de transporte, Miguel Castro.

Finalmente, como proveedores, Germán Fuelantala y Clímaco Obando. Estos dos últimos y Olivo fueron los únicos que no recibieron orden de prisión preventiva por delincuencia organizada, pero también están procesados.

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