Todavía hay sangre en el césped de la plaza de toros de El Ejido, en Sangolquí, al suroriente de Quito. Ayer, el lugar lucía vacío luego de que las autoridades del Municipio de Rumiñahui suspendieran el tercer día de festividades.

En un comunicado indicaron que “la decisión fue tomada con el afán de velar por la integridad de los ciudadanos”.

Según Fausto Hidalgo, director de Gestión de Riesgos de Rumiñahui, durante el fin de semana hubo 53 heridos por embestidas de toros, riñas y golpes (ver infografía).

El funcionario recalcó que hubo una falta de cumplimiento por parte de los ganaderos. Añadió que se presentó un plan de contingencia antes de las festividades, en el que se estipulaba que los toros obligadamente debían salir al ruedo con protección en sus cuernos.

Esta medida, explicó el director, se respetó el sábado, pero el domingo no, “por eso tuvimos varios heridos con traumas penetrantes”.

Uno de los ataques fue grabado por los espectadores y se volvió viral en redes sociales. Gustavo Rodríguez relató que estuvo en ese momento y que ayudó a la víctima para que fuera trasladada a un hospital.

El joven recordó que el espectador comenzó a halar la cola del toro. El animal, enfurecido, lo embistió por dos ocasiones. “En la segunda, le golpeó la cabeza y quedó inconsciente”. Según Rodríguez, uno de los cuernos del animal quedó enganchado en la ropa del joven.

En los videos se puede escuchar a la gente gritar: “¡Lo mató, lo mató!”. Rodríguez esperó que se alejara el toro y fue a ayudar al herido. “Lo halé de los brazos. Estaba rígido. Tenía sangre en la axila”.

Luego, junto a un grupo de personas lo llevaron a una ambulancia y fue trasladado al hospital Eugenio Espejo, donde fue hospitalizado.

Hidalgo añadió que hubo mucho consumo de alcohol, lo que provocó que existieran riñas dentro y fuera de la plaza. Incluso “hubo heridos con armas blancas y peleas callejeras”.