Se avecina en Guayaquil un aumento en el pasaje del transporte urbano, pasando de 30 a 45 centavos, una tarifa que ha estado congelada durante ocho años.
Este incremento no coincide con las demandas de los usuarios, quienes siempre han exigido unidades en perfectas condiciones, limpias, seguras y respeto tanto a los pasajeros como a las señales de tránsito. En todos estos aspectos, el servicio ha sido deficiente.
Tras reunirse con las autoridades del Cabildo y de tránsito, los transportistas se comprometen a equipar las unidades con conexión a internet, sistemas de climatización y, una vez más, mejorar el servicio para los usuarios.
Que el Municipio asuma la diferencia de 15 centavos en el aumento no garantiza que el servicio vaya a mejorar. Es un subsidio que se debilitará con el tiempo y los problemas y quejas persistirán.