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Chunchi: “¡La Virgencita la salvó!”

Un hijo de la afectada, en agradecimiento, quiere brindar un caldo de gallina a los bomberos que la rescataron.

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Momentos en que los bomberos rescataban a María del Carmen Yánez, de 82 años.Patricia Oleas

“La Virgencita Auxiliadora salvó a mi mamita y hermano”, exclamó Julio Flores Yánez, pariente de dos sobrevivientes del deslizamiento registrado en el sector La Armenia, en el cantón Chunchi, provincia de Chimborazo.

La progenitora María del Carmen Yánez, de 82 años, y su hijo Humberto Flores, de 45, habitaban en el caserío Chanchán, ubicado en el cauce del río del mismo nombre, donde también hubo daños por el alud que se produjo la mañana del viernes y dejó a más de 500 familias evacuadas y pérdida de animales y sembríos.

En este caserío, entre el agua y el lodo quedó atrapada la octogenaria, a quien los bomberos rescataron. Las fotografías de la señora cubierta por lodo se viralizaron en las redes sociales luego del desastre.

La adulta mayor se encuentra internada en el hospital de Chunchi. Tiene una herida en una de sus manos que se infectó y necesitó una limpieza quirúrgica, según indicó su hijo.

Julio relató que su casa estaba cerca de la de su madre. El viernes temprano la vio y se despidió para ir a realizar una carrera desde Huigra hasta Nawza.

“Me fui y se quedaron los dos”, dijo. Después recibió una llamada en la que le alertaban de que en La Armenia se había ido todo y que el lodo bajaba para Chanchán.

Con esa noticia, Julio, presuroso, dejó a su pasajera y regresó a Chanchán. Cuando llegó, los vecinos le dijeron que la correntada se había llevado todo. “No sabía qué hacer, mi mamá seguramente había muerto. No podía reaccionar, solo corrí hasta donde el lodo empezó a hundirse y encontré a dos vecinos todos enlodados, no los reconocí”, señaló.
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Humberto Flores también fue rescatado. Él resultó con una pierna fracturada.Patricia Oleas

Después lo tranquilizaron. Le contaron que habían hallado a su mamá y hermano. “Están enterrados, pero sí están hablando”, fue lo que le dijeron y lo que él rememoró entre lágrimas de la tragedia.

UN MILAGRO

En ese montón de escombros estaba su vehículo hecho un acordeón y pedazos de lo que un día fue la casa de su madre. Julio recordó que los muchachos cargaban a Magaly, la vecina de su madre, quien logró agarrarse de una mata de chirimoya.

Cuando pudo hablar con su madre, ella les dijo que estaba viva por un milagro. La mujer estaba sentada y comenzó a ver cómo, en pocos segundos, su casa se llenó de agua.

“Se habían roto las paredes. Mi mamá recordaba que se produjo un golpe y no sabe cómo se agarró de un tubo; donde la encontramos era un cuarto de la casa de la vecina”, comentó.

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Su hermano no corrió con tanta suerte; una de las columnas que la fuerza del derrumbe llevó como papel, aplastó su pierna izquierda. “Le fracturó la tibia y tiene rotos los meniscos”, añadió el pariente.

El herido fue trasladado hasta el hospital del IESS de Riobamba, donde le colocaron una placa y unos tornillos. Cuando se recupere de eso, requerirá una segunda operación para solucionar la rotura de meniscos. Su otro hermano Enrique está a cargo y viaja todos los días a las cinco de la mañana.

“Ahora que le den el alta qué vamos a hacer si todos perdimos nuestras casas y estamos gracias a la generosidad de Joaquín Cornejo en su casa”, se lamentó el hombre.

Pese a la calamidad, Julio manifestó su agradecimiento a los bomberos de Chunchi que rescataron a sus familiares. “Diosito, no tengo nada ahora, pero aunque sea un caldo de gallina les quiero ofrecer por ayudarnos”, se comprometió.

Volver a levantar su casita

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Algunos comuneros han podido rescatar unas pocas cosas.Patricia Oleas

Según los afectados, el domingo 14 de febrero de 2021, unos funcionarios llegaron a levantar información de los damnificados.

Después de recuperarse del susto, la esperanza de algunos afectados, así como de Julio Flores Yánez, es tener una vivienda para empezar de nuevo y equiparla de a poco con el trabajo diario.

Familiares radicados en Estados Unidos realizarán una colecta a fines de este mes, para paliar en algo sus necesidades.