Al menos nueve muertos y un número indeterminado de heridos se registró este martes 11 de abril  en un puerto pesquero de Esmeraldas, la capital de la provincia del mismo nombre, según confirmó la Fiscalía.

¿Qué pasó? Un grupo armado abrió fuego contra pescadores que cumplían sus labores habituales en el pequeño puerto.

La Fiscalía informó en redes sociales que hizo el levantamiento forense de siete cadáveres en el Puerto Pesquero Artesanal de Esmeraldas y "dos más en un centro de salud cercano". Alrededor de 20 personas, fuertemente armadas, habrían participado en el delito.

Según varios medios informativos locales, el grupo llegó en lanchas a la bodega de mariscos del puerto pesquero y abrió fuego contra los trabajadores.

Sobre el tema se manejan varias hipótesis. La oficial y pronunciada por Juan Zapata, ministro del Interior, es que la masacre habría ocurrido porque los pescadores supuestamente prefirieron la seguridad de una banda contraria. “Las fuentes humanas consultadas nos dicen que ellos prefirieron la seguridad de un GDO (Grupo de Delincuencia Organizada) y en represalia a esta decisión el otro GDO atacó. Pero nunca fuimos alertados para tomar acciones”, aseguró Zapata.

El grupo armado se dedicaría a la extorsión e intentaría generar pánico entre la población con el objetivo de que se sometan al pago de "vacunas" (cupos) o extorsión por seguridad.

En la población también apuntan a la acción de una banda de sicarios o de venganzas generadas por grupos de narcotráfico que suelen usar barcos pesqueros para el transporte ilegal de drogas.

El tiroteo en el puerto pesquero de Esmeraldas se dio en un momento en que resuenan a diario los casos de asesinato, asaltos y extorsiones en varias ciudades del país, agobiado desde hace un par de años con una oleada de inseguridad y la aparición de bandas de delincuentes, que han rebasado incluso el control de las fuerzas del orden.