Francisco Jairo García León, de 39 años, ya había sufrido dos atentados, uno en enero y otro en marzo pasado. De ambos salió airoso, según un allegado. Pero no pudo escapar del tercer ataque...

El pariente llegó ayer a Guayaquil para retirar el cadáver de García y trasladarlo a Vinces, cantón de la provincia de Los Ríos, de donde son oriundos y donde la noche del viernes ocurrió el hecho.

Otro familiar contó que el Tuerto, como conocían al vinceño, fue ‘cazado’ por cuatro sujetos quienes llegaron a bordo de dos motos. Junto a él estaban cuatro amigos con quienes jugaba naipes dentro de una clínica de rehabilitación para adictos, ubicada en el sector Nicaragua, en la parroquia San Lorenzo, del cantón riosense.

“Estaban jugando cartas, cuando llegaron cuatro hombres, pero solo uno ingresó a disparar. García recibió más de 10 disparos. Ya herido suplicaba por ayuda, lo subimos en un carro, pero murió en el trayecto a Guayaquil, antes de ingresar a un hospital. Mi hermano asistía a charlas en esa clínica”, contó la familiar.

Otro allegado dijo que posiblemente el Tuerto era la persona a quien buscaban los sicarios, pues había tenido problemas con varias personas y estas lo habían amenazado de muerte.

En la página de la Función Judicial consta que García tenía cuatro procesos judiciales, el más reciente por tráfico de droga, antes por robo, asesinato y tenencia de armas.

La otra víctima mortal de este hecho es Ronald Francisco Fuentes Posligua, de 32 años. Los tres heridos tienen entre 19 y 28 años. Según información de la Policía, ellos fueron víctimas colaterales. Su estado de salud es delicado, se encuentran hospitalizados.

En el sitio del suceso, en medio de un charco de sangre, se encontraron 19 indicios balísticos y los naipes con los que los cinco amigos jugaron hasta antes de que llegaran los sicarios. (AEB/TOF)