Con belleza, glamour y elegancia se llevó a cabo la primera pasarela de moda transgénero ‘Fashion Show’, en el centro comercial Las Balsas, en Playas, Guayas.

A las 19:00 del pasado sábado 26 de noviembre arrancó el desfile y los aplausos no faltaron por parte de los asistentes al evento.

El ‘Fashion show’ fue organizado por la fundación Trans Masculino Playas LGTBI y contó con la presencia de artistas, reinas y personajes reconocidos del cantón.

Durante la noche, hombres y mujeres de esa comunidad lucieron sus cuerpos esbeltos y desfilaron prendas de las boutiques locales: vestidos largos de noche, ropa casual, deportiva y playera.

Gabriel Suárez Mejillones, presidente de la fundación Trans Masculino LGTBI de Playas, resaltó que en el evento también se contó con el apoyo y compañía de heterosexuales, teniendo en cuenta que es un espacio inclusivo.

“Está todo bien hecho, no veo la diferencia entre las mujeres reales y trans. Tienen buenas figuras, mucha personalidad, son elegantes y bellas’’, comentó Lautaro Arosemena, asistente a la pasarela.

Fondos para ayudar a personas vulnerables 

El ingreso a la primera pasarela trans tenía un costo de 3 dólares por persona. El dinero recolectado será usado por la fundación Trans Masculino Playas LGTBI, para ayudar a las personas vulnerables de la tercera edad, niños, discapacitados, mujeres embarazadas y gente sin trabajo del cantón.

Con estas acciones buscan ser visibilizados como personas con valores, talento, solidarias y capaces de llevar adelante grandes proyectos que beneficien a la comunidad en general.

Reina y ejemplo de superación 

Con tonalidades naturales y dejándolas como verdaderas reinas, Kasandra Guzmán Reyes, reina de la fundación Trans, se encargó de maquillar a sus compañeras en el ‘Fashion Show’.

Sus conocimientos de belleza la han llevado a viajar para maquillar a las soberanas de los diferentes cantones.

Kasandra comenzó a maquillar a las vecinas del barrio, en su natal Playas. Con el tiempo, empezó a ofrecer mercadería a crédito para ganarse unos centavos, lo que la impulsó a tener su propio emprendimiento de ropa importada en Cuenca, Azuay.

Con el apoyo de sus compañeras, Kasandra trabaja a favor de que la fundación obtenga vida jurídica, de manera que cada miembro será un defensor de los derechos humanos.